martes, 20 de noviembre de 2012

Un Halloween Ciberneticamente Terrorifico (Escena FF: Daimhin & Steven)



Daimhin
- Siempre me toca lo mismo, menuda mí... -

Escucho un “Dai” de mi allaidh para que no termine la frase, enfurruñada me siento en la enorme silla delante del ordenador. Como siempre, me mandan sentarme delante del dichoso aparatito mientras los demás disfrutan de lo bueno. 

Dejo la katana a un lado cuando me quedo a solas, no pierdo la esperanza de luchar con ella algún día que me lo permitan, y me acomodo. Pasan los minutos y no pasa nada de nada y en la pantalla no aparece nadie... ¿Dónde se habrá metido Steven?, digo Steven porque es el que generalmente está a los mandos de esto. Frunzo el ceño al ver que la pantalla sigue en negro y me dedico a mirar a todos lados. Sonrío al ver como hay calabazas y velas por todos lados, telas de araña y muchas cosas típicas de estas fiestas que la verdad es que a mí me encantan.

Mis dedos dan pequeños golpecitos en la mesa, está todo tan silencioso que la verdad es que entre la decoración y todo me está entrando un ligero acojone, así que decido poner algo de música. Me pongo a ver el nuevo video de Taylor Swift. Echo la cabeza hacia atrás moviéndola mientras canturreo al mismo tiempo, la verdad es que es pegadiza como ninguna otra. Mientras canturreo y hago el tonto miro hacia la puerta por si entra alguien y me pilla, pero la verdad es que tampoco hay mucho que hacer hoy. Se nota que la gente ya está celebrando Halloween.

- We are never ever ever getting back together, we-eeee, are never ever ever getting back together. You go talk to your friends talk to my friends talk to me, but we-eeeeeeee. -

Estoy en pleno gorgorito dándolo todo cuando de repente una voz ronca y a pleno grito sale a través de los altavoces del ordenador gritando como un loco, "¿¿¡¡¡Pero qué mierda de música es esa??!!!". Con mi salto por el susto la silla que es de ruedas se mueve y yo aterrizo con las narices en el suelo, levanto un poco la cabeza y me acaricio la nariz con una mueca de dolor.

- Auch. -

Me levanto apoyándome en la mesa y al mirar la pantalla veo a un chico con una cresta roja y unos ojos amarillos que al verme sonríe de oreja a oreja, grita mi nombre y se pega a la pantalla. Me levanto un poco avergonzada y me siento en la silla implorándole a Freyja que no me viera caer... otra vez.

- Hola Steven. –

Steven
Le he cogido una manía a esa canción que no puedo con ella... Pero la voz que suena no es la de la cantante country de bucles dorados, es una voz más angelical y hermosa, es la voz más dulce que he escuchado en toda mi vida. Y me quedo sin palabras al comprobar que es la voz de Daimhin cantando, a la pobre le he dado un susto de muerte, se ha caído de la silla y todo.

- ¡Daimhin! Perdona, no pretendía asustarte. -

Ella vuelve a su sitio rojita como una cereza, me fascina cuando se ruboriza, es jodidamente preciosa. Me paso la mano por la cresta y sonrío como si me hubiera tocado la lotería, echaba mucho de menos a Daimhin, si no hablo con ella al menos una vez por semana no estoy tranquilo.

- Nena, tienes una voz impresionante, pero por favor... Canta canciones de verdad, no ese bodrio, se está haciendo tan popular que ya me raya. -

Daimhin levanta las cejas y carraspea, responde que no canta para mí, sino que ella canta lo que le da la gana. Woow, merecido me lo tengo, Daimhin podría caminar por encima de mí con tacones de aguja si quisiera que a mí no me importaría.

- Buena respuesta. Oye, ¿cómo estás? Te echaba de menos. -

Le guiño el ojo, anoche soñé con ella y no fue un sueño... normal, fue un sueño espectacular, como una montaña rusa. Nos veíamos en persona, nos tocábamos, nos besábamos... y mejor no cuento más del sueño porque podrían darme una paliza, el final me lo reservo para mí. Daimhin sonríe y busca a Johnson con la mirada, yo miro a cada lado mío y niego con la cabeza encogiéndome de hombros.

- Lo siento princesa, hoy el Terrible no está, a estas horas la Generala suele ocuparse de él. -

Realmente mi campo de visión sólo lo ocupa Daimhin, pero alcanzo a ver decoración de estas fechas a su alrededor, sonrío.

- ¿Ya estáis celebrando Halloween? Aquí también, a pesar de todo no se pierden las tradiciones, a mí me encanta. -

Subo los brazos y entrelazo las manos por detrás de la cabeza recostándome en la silla con una postura desenfadada.

Daimhin
Me entran ganas de poner los ojos en blanco y decirle lo chulo que es pero me lo ahorro, es parte de su personalidad y la verdad es que lo poco que conozco de él creo que le pega, pero es un buen hombre y eso es lo que importa. Johnson lo adora, no hay más que fijarse en como lo mira, y apuesto lo que sea a que hacen una buena pareja.

- Sí, bueno, lo están celebrando quienes pueden. Yo preferiría estar ahí fuera, pero como siempre me mandan a este agujero. -

Las palabras me salen en un tono de enfado y veo como él frunce el ceño y se pone serio, agacha la cabeza y dice que siente mucho que yo lo tenga que aguantar. Me quedo un poco parada porque lo dice en un tono como si realmente le hubiera hecho daño, me quedo callada durante unos segundos e imito su gesto agachando la cabeza.

- No... Yo... No quise decir eso de verdad, y no digas que te aguanto porque no es verdad. Me lo paso muy bien siempre que charlamos Steven, y siempre me alegras el día, es sólo que hace mucho que no celebraba Halloween y bueno... tenía ganas, pero que esté encerrada no significa que no pueda celebrarlo con un buen amigo. -

Poco a poco alza la vista y veo que sus labios empiezan a curvarse, con una sonrisa me dice que por ahora eso de amigo está bien, no entiendo muy bien qué quiere decir con eso pero yo me encojo de hombros y asiento.

- Además, yo ya te he dado un buen susto con la canción de Taylor Swift y tú me lo has dado a mí, así que creo que estamos empates. -

Steven se ríe y me fijo en cómo se iluminan sus ojos, jamás había visto a nadie con los ojos amarillos y cuando se ríe parecen mucho más amarillos y brillantes, es realmente increíble. Me dice que la canción es para acojonarse, que esta misma noche me manda unas cuantas canciones de verdad y que la próxima vez me hará un examen para ver si las escuché.

- Si en el examen tengo que cantar ya te puedes ir olvidando. -

Me dice que eso no es justo, que si canto música de mierda también tengo que cantar música buena, pongo los ojos en blanco y niego con la cabeza.

- Oye, que no te guste a ti no significa que sea una mierda. Cada uno tiene sus gustos, a mí me gusta, así que si tú me haces un examen con tus canciones yo te mando las mías y te hago mi examen. -

Veo como se queda unos segundos mirando fijamente la pantalla y por un momento tengo la sensación que está ahí mismo, tengo que apartar la mirada y hacer que busco algo y sólo se me ocurre buscar mi bolso y coger un sándwich que me hizo mi mamaidh.

- Mmm, ¿noto miedo? –

Steven
Descruzo las manos y palmeo la mesa con ellas como si estuviera tocando unos bongos, muevo las cejas y le dedico a Daimhin una sonrisa irresistible.

- ¿Miedo? ¿Yo? Esa palabra no forma parte de mi vocabulario, para mí no existe el miedo. De acuerdo, trato hecho, tú haces mi examen y yo haré el tuyo. Luego te mando las canciones y tú me mandas las tuyas, pongamos de plazo para prepararlo... um... ¿Qué te parece una semana? -

Resigo mi labio inferior con dos dedos mirándola fijamente en espera de su respuesta y la pillo echándole un buen vistazo a mi gesto, a mis labios, se ha quedado como pensativa. Sonrío y chasqueo los dedos.

- ¡Midgard llamando a princesa! ¡Midgard llamando a princesa! Cambio. -

Me tapo un poco la boca con la mano y pongo voz robótica, como de walkie-talkie, ella suelta una carcajada y responde de la misma manera, con las mismas claves, dice que acepta el desafío.

- Recibido, cambio y corto. -

Me echo a reír y se lo contagio, gruño para mis adentros, qué risa tan bonita. Me crujo los nudillos y vuelvo a la postura de antes, trago saliva.

- Bueno, pues como bien has dicho te toca perderte un Halloween de alucine por tener que aguantarme... -

Lo digo con retintín pero en broma, sin dejar de sonreír para que ella se lo tome como tal, y continúo.

- Así que habrá que celebrarlo de alguna forma chula los dos solos en recompensa. Lo primero de todo, ¿ya sabes de qué vas a disfrazarte? -

Antes de darle tiempo a abrir la boca, muevo las manos hacia la pantalla muy rápido.

- ¡Espera, espera, espera! Antes quiero que veas el mío, ¿preparada? Tardaré un pestañeo en probármelo, ¿quieres verlo? -

Sonrío como un niño con dulce nuevo, ella se encoge de hombros y asiente. Le hago señas con la mano para que espere unos segundos y salgo corriendo a por mi disfraz, regreso tan rápido que no le ha dado tiempo ni a despeinarse a mi cresta y acerco la cara a la pantalla.

- Vas a presenciar un momento único, épico, inolvidablemente emocionante. No te asustes, pero voy a quitarme la ropa, y no... Aunque parezca mentira no será ese el momento épico. Aguarda. -

Me pongo de pie, sin importarme que una cam me esté grabando, y me quito la camiseta y los vaqueros. Lo sé, soy un poco exhibicionista, pero un berserker de corazón no tiene por qué avergonzarse de su cuerpo, y no creo que a Daimhin le asusten los piercings de mis pezones... ¿O sí? Me doy la vuelta, me pongo el disfraz en un santiamén, y... me giro dando un salto.

- ¿Es un gallo? ¿Es una escoba? ¿Es el cantante de Tokio Hotel con nuevo peinado? NOOOOOOOO, es... ¡SÚPER STEVEN! -

Me atrevo con una posturita al más puro estilo Superman, con un puño apoyado en la cadera y el otro en alto, parece hasta que la capa ondea y todo.

Daimhin
Lo miro de arriba abaja y mi labio inferior empieza a temblar, sólo una persona como él es capaz de presentarse a si mismo como lo acaba de hacer y vestido de esta guisa. Steven carraspea y dice que estoy callada porque me ha dejado impresionada, me rasco la cabeza.

Desde luego no se le puede negar a Súper Steven que no tenga estilo propio, nunca ha habido un súper héroe con una cresta roja que yo recuerde. Se pasa las manos por su cresta y dice que en este mundo hay que renovarse o morir, mientras camina hacia la cámara de nuevo ondea la capa con sus manos y hace como que viene volando, pero no se conforma con eso. Empieza a desfilar delante de la cámara.

- Que sepas que esta conversación está siendo grabada y la puedo usar contra ti. -

Él se cruza los brazos y me dice que como es un súper héroe eso ya lo sabía, y que utilizó los rayos X invisibles para que cuando alguien intente ver esta grabación no pueda. Niego con la cabeza y él enseguida me dice que le tengo que enseñar mi disfraz.

- Es que no es muy bueno Steven, de verdad, lo cogí a última hora y... -

Me interrumpe y me dice que nada de excusas, que quiere ver mi disfraz. Suspiro y asiento, la verdad es que me dan mucha vergüenza estas cosas. Él sonríe triunfal y se frota las manos mientras se sienta en la silla.

- Muy bien, me voy a cambiar. -

Busco en la mochila el disfraz y al verlo no le pongo muy buena cara, pero bueno... Veo como él se pega a la pantalla y mira atentamente, me encojo de hombros y tapo la cámara con una chaqueta. Me desvisto rápido, pero tengo algunos problemas con las medias, siempre me cuesta ponérmelas. Empiezo a tambalearme y caigo al suelo, Steven me pregunta si todo va bien.

- Si, sólo son unos pequeños problemillas técnicos nada más. -

Al fin termino de vestirme, me abanico un poco porque con el esfuerzo de ponerme las medias me han entrado los sofocones, me pongo la peluca y enseguida me empiezo a rascar, hay que ver como pica esto. Respirando hondo destapo la cámara.

- Ya sé que no es muy original disfrazarse de Miércoles, pero es lo único que quedaba medio normal. Los otros no tenían mucha tela que se diga. -

Él me sonríe y dice que es muy original, pero que le faltó una buena presentación. Él se levanta y señalando la pantalla empieza a presentarme como hizo con él mismo. "¿Es un ángel?, ¿es una preciosa estrella?, ¡NO!, es la princesa Daimhin", suelto una carcajada al escucharlo y me siento en la silla.

- Muchas gracias por tu presentación, sin duda alguna ahora ya me gusta más que antes el disfraz. –

Steven
Silbo y la miro, la remiro, y a este paso la voy a deshacer de tanto mirarla. Es la primera vez que la veo con pelo, aunque sea una peluca, no le queda mal el negro pero está mucho más guapa con su pelo rubito aunque sea corto, ella siempre está preciosa.

- Miércoles tiene un atractivo que muy poca gente aprecia, es el disfraz ideal para Halloween, mis felicitaciones princesa. -

Aplaudo con mi eterna sonrisa y veo que Daimhin no para de rascarse la cabeza, las pelucas pican un horror, parecen hiladas por el mismísimo Loki o por un ejército de piojos.

- Quítate la peluca nena, son un poco incómodas, y a mí me gusta más tu color de pelo natural, que por cierto ya te está creciendo poco a poco y lo más seguro es que lo haga con más fuerza y brillo que antes. ¿Has visto? Me fijo en los detalles. -

Ella sonríe realmente agradecida, dice que los demás no se atreven a hablar de su pelo porque saben que fue una gran pérdida para ella, pero que no le gusta que sientan lástima ni complacencia por ella. Le gusta la sinceridad y las cosas claras, y se ha ido a topar con el chico más sincero y en ocasiones metepatas del mundo entero.

- Tienes que tener paciencia, entiende que hay gente que no sabe muy bien cómo trataros, es comprensible. A mí me da mucha rabia lo que os sucedió, es que... se me parte el corazón cada vez que pienso en ello, pero lo que realmente siento es respeto y admiración por vosotros. -

Y nos quedamos un buen rato mirándonos, en silencio, y parece ser que es tradición en nosotros romper el hielo con la música. Comienzo a canturrear la Banana Boat Song de Beetlejuice, una de mis películas favoritas, y además también me encanta la serie de dibujos animados. Daimhin dice que también canto muy bien y me pregunta qué estoy cantando arrugando la nariz, yo le sonrío y comienzo a buscar información para pasársela por el ordenador.

- Forma parte de la Banda Sonora de Beetlejuice, una película de hace algunos años de Tim Burton que me encanta. Mira, también hay unos dibujos animados. Es muy curioso, porque el protagonista es como una especie de "exorcista de los vivos" porque se encarga de expulsar a los vivos que puedan molestar a los fantasmas en sus hogares. Perfecto para estas fechas, ¿no crees? -

Sigo cantando la canción y la veo a Daimhin muy entretenida viendo todo lo que le he pasado.

- Mis personajes favoritos son el protagonista Beetlejuice y Lydia, una niña gótica muy mona que en la película es interpretada por Winona Ryder. –

Daimhin
Veo todo lo que me mandó y lo cierto es que me empiezan a gustar los personajes que veo en los vídeos y en las fotos, desde luego no puedo negar que con Steven aprendo muchas cosas, pero prefiero no decírselo porque estoy convencida de que me lo recordaría durante mucho tiempo, así que me lo guardo para mí. De repente escucho a Steven que me pregunta por qué estoy sonriendo, me pongo seria al instante y carraspeo intentando buscar una excusa.

- A... a... bueno, sonrío por lo que estoy viendo y por lo que me estás contando. -

Él se acerca más a la pantalla mirándome fijamente a los ojos y yo me echo hacia atrás. Steven da unos golpecitos a la cámara y me dice que le estoy mintiendo, trago saliva y niego con la cabeza pero es inútil, llevo la palabra mentirosa escrita en la frente. Sin decir ni una sola palabra más se gira en su silla y se queda de espaldas a la cámara, abro la boca sin poder creerme lo que veo.

- ¿Estás... te has enfadado? -

Silencio...

- ¿Hola?, ¿Steven? -

Sigo sin escuchar nada del otro lado, frunzo el ceño y ahora soy yo la que me echo hacia atrás en la silla y me cruzo de brazos enfurruñada sin decir ni una sola palabra. Si se enfada por tonterías es su problema. Miro la pantalla de reojo y veo como él sigue de espaldas en silencio y me pongo a pensar que tal vez soy un poco injusta con él, hace un rato él fue sincero conmigo en algo muy importante para mí y yo ahora me estoy callando una tontería por orgullo. Carraspeo y mientras paso mis dedos por el teclado empiezo a hablar.

- Estaba pensando que contigo siempre aprendo muchas cosas, y que todas las cosas que me enseñaste me gustan mucho. -

Steven me mira por encima del hombro y por el rabillo del ojo veo como su silla se va girando hasta que queda nuevamente como antes. Con una enorme sonrisa en la cara me dice que es normal que le guste porque a él sólo le gusta lo mejor de lo mejor, alzo los ojos y veo como me mira intensamente, tan intensamente que tengo que agachar los ojos y mirar al teclado de nuevo.

- Me... me gusta Lydia, tal vez... no sé... me disfrace de ella, me gusta mucho más que Miércoles, es más original. -

Él me anima y dice que esa es una muy buena idea, y que quiere que le mande una foto porque según él con las buenas ideas que me da es lo que se merece. Pongo los ojos en blanco y él se ríe mientras me dice que no ponga los ojos en blanco, que es la verdad, así que exige una foto.

- Vaaaaaleeeee, vaaaaleee, te mandaré foto. -

Levanta los dos brazos a modo de triunfo y me dice que piensa agrandar la foto a tamaño póster y colgarla por todos lados para que vean a la Lydia vaniria, abro los ojos como platos.

- ¡NI SE TE OCURRA STEVEN! –

Steven
Suelto una risotada y doy vueltas en la silla, es un lujo que tenga ruedas, me lo paso pipa.

- ¿Por qué te molesta que te tenga a tamaño real por todos los lados donde me muevo? Así sería como si estuvieras aquí, conmigo, eres preciosa como una modelo y disfrazada de Lydia estarás monísima. -

Me detengo frente a la pantalla del ordenador y junto las palmas de las manos para rogarle con unos ojitos dignos del gato con botas de Shrek.

- Andaaaa, no seas mala, déjame disfrutar de ese regalo que me harás. Bueno, si lo prefieres sólo cuelgo el póster en mi cuarto, para despertarme todos los días contento gracias a ti. -

Ostras, qué mal ha sonado eso, mejor le quito hierro al asunto. Sonrío a Daimhin y me pierdo por un instante en los ojazos que tiene, parece un ángel herido, lo más hermoso que puede existir. Y por Odín, cómo me encantaría sanar sus heridas, darle la fuerza que necesita.

- ¿Qué te parece si te voy pasando algunas de mis canciones para tu examen? Y tú puedes ir pasándome las tuyas, sólo te pido una cosa... No me pases de Miley Cyrus, por favor, mi voz no se merece sufrir tanto. -

Ella pone los ojos en blanco y asiente, voy rápidamente a mi carpeta de canciones y le voy enviando los archivos para que los tenga en un plis plas.

- Ya verás cómo te gustan. –













Daimhin
- Eso lo tendré que decidir yo. -

Steven se ríe y mientras me dice sus bondades sobre sus gustos musicales yo busco en mi bolso el PEN que siempre llevo conmigo, lo saco y decido copiar las canciones en él. Al ver que no digo nada, Steven se acerca a la pantalla y me pregunta qué estoy haciendo.

- Estoy copiando las canciones en un PEN, es que yo tengo el iTunes en mi ordenador personal y así las paso al iPod y las escucho mientras hago deporte, me gusta escuchar música a todo volumen mientras corro. -

Termino de pasar las canciones, guardo el PEN en la mochila de nuevo y me froto las manos. Steven sonríe y me dice que le da miedo verme tan emocionada y que se teme lo peor, pongo los ojos en blanco.

- Exagerado. -

La primera canción no tengo ninguna duda y sé que le va a encantar, desde que la escuché por primera vez no dejo de canturrearla una y otra vez sin descanso, hasta hay veces que me pongo a imitar la voz del cantante aunque sólo me salgan gallos.



- Este grupo lo escuché por primera vez gracias a ti y desde ese día busqué canciones suyas y con algunas que me mandaste pues..., esta es la última de ellos y me encanta, y no te quejes que seguro que te encanta. -

Steven alza las cejas varias veces y pregunta si le estoy intentando decir que tiene un gusto musical exquisito, me aguanto la risa al escuchar la palabra exquisito en su boca, no le pega nada de nada. Hago como que no le escucho y le mando la segunda canción.



- Esta seguro que te encanta, es de esas lentas y románticas. -

Él bufa por lo bajo y dice que le alegra saber que cogí muy bien su personalidad, suelto una risilla y le llamo quejica por lo bajo, él me señala con un dedo y me dice que me ha escuchado. Me encojo de hombros y sigo buscando más canciones, hay muchas por elegir y muchas que me gustan, pero le quiero mandar las más especiales para mí, esas que hacen que sonría cada vez que las escucho y si tengo un mal día que me entren ganas de coger el bote del desodorante y ponerme a cantar como una tonta delante del espejo.

- Como te sigas quejando enseguida te mando una de Miley Cyrus. –



Elijo la tercera sin dudarlo, con esta estuve una semana despertando a mi brathair todos los días hasta que me pagó para que no lo hiciera, sonrío recordando esos momentos. La verdad es que me lo pasé muy bien esa semana, suspiro y sigo con la búsqueda.

- ¿Has visto la película "Walk the line"? –

Steven niega con la cabeza y me pregunta de quién es la película.

- Es de Joaquin Phoenix y Reese Witherspoon, y narra la vida del cantante Johnny Cash. Esta es una de mis canciones preferidas y la película te la recomiendo. –



Resoplo y me concentro en la pantalla buscando canciones y canciones, Steven me dice que dudo mucho y la verdad es que razón no le falta, pero al ver una de mis predilectas sonrío y la añado a la carpeta de canciones. Veo que sólo me queda una.



- Bueno, redoble de tambores para la última canción. –


Meto la última canción en la carpeta y con una sonrisa de oreja a oreja le doy a enviar, hago como que me quito el sudor de la frente y ahora es Steven el que se frota las manos y me dice que espera con ansia mi selección de canciones, suspiro y me encojo de hombros.

- Te aviso desde ya que no te pegan para nada y no creo que te gusten, pero no quise poner canciones que te pudieran gustar, sino canciones que me gustan a mí y que van conmigo. –

Steven
Me pongo los cascos para que no se acople el sonido y comienzo a escucharlas todas, a medida que voy escuchando canción por canción mi sonrisa se va ensanchando cada vez más y más hasta que ya no puedo sonreír más. Lo reconozco, con la segunda canción he tenido una especie de fantasía, nos he imaginado a Daimhin y a mí bailando sin parar a la luz de la luna y noto cómo el corazón me late a toda mecha. Enarco ambas cejas y miro a Daimhin como si quisiera devorarla en este mismo momento.

- Ante todo soy sincero muñeca, tienes un gusto alucinante, me encantan todas. Cada una expresa una emoción distinta, y si he de quedarme con alguna... Bueno, la de Nickelback ya la conocía y me gusta mucho, pero de las desconocidas me quedo con la segunda, gracias por dármela a conocer. -

Mejor no le digo lo que me he imaginado porque no quiero que se espante, ella agradece mis palabras son su sonrisa de azúcar.

- No te prometo un sobresaliente en el examen, ya sabes, no estoy acostumbrado a cantar ese tipo de canciones y a lo mejor me cuesta un poco. Pero te aseguro que me lo curraré a tope, y le pediré ayuda al Terrible, quiero que te sientas orgulloso de mí. -

Le guiño el ojo levantando el pulgar hacia arriba y ella asiente. Lo cierto es que me da la sensación de que el tiempo se congela cuando hablo con ella, es como si las horas transcurrieran más despacio, pero a la vez maldigo cada segundo que pasa porque supone que el tiempo avanza y me queda menos rato para estar con ella. ¿Cuándo nos conoceremos en persona? Lo estoy deseando.

- Bueno princesita... Y dime, ¿te gustan las pelis de terror? Pero no las mamarrachadas que pretenden asustar y lo único que provocan es risa, sino las pelis buenas buenas que son capaces de ponerle a uno los pelos de punta... ¡Incluso a mí! -

Me señalo la cresta y suelto una carcajada.

Daimhin
Suelto una carcajada al escucharlo, la verdad es que es increíble lo bien que me lo paso con él. Hablar con Steven es algo muy natural y no me cuesta trabajo, es como si nos conociéramos desde siempre y habláramos de nuestras cosas. Su forma de hablar y decir las cosas hace que sea fácil para mí hablar con él.

- Pues me gustan bastante, y no soy de esas que se asustan como una tonta y se agarran al cojín. Aunque a mí es difícil que se me pongan los pelos de punta. –

Me señalo mi cabeza.

- Soy calva. -

Steven mira mi cabeza y dice que eso salta a la vista, pero que también se ponen de punta los pelos de los brazos. Miro mis brazos que no tienen ni un solo pelo, está claro que no sabe que las vanirias no somos lo que se dice precisamente peludas... Me encojo de hombros y escondo una sonrisa mientras él me dice que se alegra de que no sea de esas que se pasan las películas gritando, porque después le duele la cabeza.

- Yo no soy de esas, así que un día podríamos ver una película on-line y verías lo valiente que soy. -

Le sonrío y veo que él me mira con la cabeza ladeada y con una pequeña sonrisa en los labios, su sonrisa se ensancha y me dice que estaría mejor si la pudiéramos ver en el mismo sofá. Me rasco la cabeza y por un momento pienso que estaría bien, pero enseguida desecho esa idea de mi cabeza.

- Bueno, nunca se sabe... – Cambio de tema.

- En Halloween tenemos planeado hacer una sesión de cine de miedo. Primero haremos una más light para mis piuthars, pero luego tendremos una sesión para los mayores, ya te contaré qué tal. -

Él me sonríe al escucharme y me dice que seguro que nos lo pasamos de muerte, asiento contenta con una sonrisa de oreja a oreja.

- Es mi primer Halloween después de muchos años y quiero que sea especial, quiero hacer un millón de cosas y disfrutar como nunca. -

Asiente a lo que le digo y me dice que eso es lo que tengo que hacer: disfrutar, pasármelo bien con la gente a la que quiero y hablar con él por ordenador. Sonrío al escuchar lo último que me dice y la verdad es que eso es exactamente lo que quiero, y disfruto de las tres cosas por igual. Le hago el saludo militar.

- Muy bien jefe Steven, eso haré. –

Steven
Sonrío y pillo una bolsa de patatas fritas que había dejado ayer al lado del ordenador, está por la mitad y con lo que me gusta a mí picotear la verdad es que lo agradezco. Me recuesto en la silla subiendo los pies encima de la mesa y tiro una patata al aire para cogerla con la boca.

-Te ofrecería una, muñeca, pero por desgracia no han inventado las pantallas capaces de absorber patatas. Una pena. -

Ella dramatiza diciendo que es tan injusto que no podrá dormir esta noche, me echo a reír y me como otra patata.

- Bueno, si algún día no puedes dormir, no tienes más que conectarte y yo te estaré esperando. Aunque te aviso..., Steven por la noche cambia un poco. -

Muevo las cejas y estiro las comisuras de los labios en un gesto pícaro.

- Y un consejo, o más bien una recomendación que no puedes olvidar, JAMÁS te conectes conmigo en luna llena. -

Daimhin me mira confusa y pregunta por qué, yo me aclaro la garganta y niego una y otra vez con la cabeza.

- No... Por ahora no puedo decírtelo, no creo que sea lo más adecuado, ya lo sabrás en su deb... -

Daimhin golpea la mesa con los puños, gruñe e insiste en que se lo explique, que no le gusta que le oculten cosas. Yo abro la boca alucinado por su reacción guerrera y suspiro, mi princesa es un pastelito por fuera pero no podemos olvidar que por dentro es un ángel con ganas de venganza y mucha ira acumulada.

- En serio nena, es mejor que no lo sepas por ahora. Sólo te aviso, en luna llena no podemos hablar... Te aseguro que tengo un motivo de peso. -

Claro, y tan de peso. Si la veo o la escucho en luna llena no creo que pudiera controlar mi testosterona, ella es preciosa y me gusta, y en luna llena los lobos... los lobos pensamos en salvaje, en muy salvaje. Y que descubra mi lado más tórrido en el ámbito sexual no es algo que me agrade, aún no nos hemos conocido ni en persona, y no quiero que se asuste y no quiera volver a hablar conmigo nunca más.

De repente alguien abre la puerta y entra con un taconeo de fondo, me giro y veo que es Rota sonriendo con la chispa que la caracteriza. Saluda a Daimhin con la mano a través de la pantalla y Daimhim le devuelve el saludo con su angelical sonrisa, me paso la mano por la cresta y le pregunto a Rota qué quiere porque tiene que ser algo importante para haberme interrumpido en el momento más mágico que existe actualmente en mi vida. Rota me explica que Ardan ha organizado una reunión para organizar detalles de la misión y que no puedo faltar, después se parte de risa por mi curioso disfraz. Resoplo y miro a Daimhin con disculpa.

- Lo siento muñeca, tengo que irme. Ya hablaremos, ¿ok? FELIZ HALLOWEEN, espero que te lo pases de alucine con tu familia y que prepares muy bien tu examen. Yo me curraré el mío a tope, un beso princesita. -

Le guiño el ojo y ella se sonroja, Rota silba por lo bajini y carraspea, pongo los ojos en blanco y corto la conexión no sin antes mandarle un beso a Daimhin con la mano.
Está claro, este ha sido el mejor Halloween de mi vida.

____FIN DE ESCENA____